¿Se imaginan que dentro de unos años, está sea la frase más escuchada en los colegios? Todo apunta a que nuestros niños, la esperanza del mañana, los nativos digitales por excelencia, aquellos que aprenden a usar el ipad del padre antes que a hablar, querrán ser community managers cuando sean mayores. Atrás quedaron los médicos, los bomberos o las enfermeras. Esta nueva profesión ha llegado para quedarse. Esperemos que no sea solo un efecto pasajero del boom de los social media y terminemos dando una patada a una piedra y encontrándonos cientos, miles de comunity managers…sin trabajo.
Y es que es el término más buscado por los internautas españoles según Google. Destaca entre una de las profesiones o nuevos perfiles con mayores ofertas de trabajo en un mercado laboral en crisis. Y se perfila como la profesión “salvavidas” del ámbito de la comunicación. Pero, si se pregunta, ¿qué es un community manager?, pocos son los que dan una respuesta concisa y muchos los que dubitan a la hora de definirlo.
Hace 3 años ni siquiera existía en nuestro vocabulario, un término que hemos adoptado del inglés, sin tiempo apenas para encontrar un símil en castellano. Lo más llamativo de todo esto, es la versatilidad de perfiles, salarios y orígenes de aquellos que se aglutinan bajo el amplio paraguas del community managment
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Procedan de donde procedan, ganen menos o más, la AERCO ( Asociación Española de Responsables de Comunidad) bajo la que se cobijan les define como “Gestores de una comunidad online afín a una marca. Ocupan una posición intermedia entre la empresa y el usuario. Deben escuchar, conversar, pero también han de ser capaces de crear sinergias, de incorporar el valor de los usuarios y de potenciarlo en entornos colaborativos”.
Es aquel capaz de llevar la voz cantante conociendo el fin de los mensajes que se quieren lanzar, teniendo claros los objetivos de la empresa y reportando un beneficio. No solo consiste en aumentar el número de followers, eso no basta. Para que la presencia del community manager tenga sentido en una empresa, se debe hablar de cifras, y para que su trabajo se convierta en beneficio económico también deberá saber orquestar una estrategia social media.
Para ello además de orquestar los social media, necesitará:
Deberá utilizar el storytelling, porque un mensaje sin historia no aporta experiencia al consumidor. Y tiene que empezar a construir esta historia desde la transparencia. Porque habrá criticas, crisis, y errores, pero tendrá que saber reconocerlo a tiempo y dejar que interactúen todos sus miembros. Eso será valorado positivamente por la comunidad.
Sin olvidarnos de la evaluación: es fundamental evaluar el rendimiento de la comunidad y de nuestras acciones para saber si vamos bien. Además de ser capaces de detectar cuando algo falla a través de los comentarios de los usuarios. Y por supuesto, romperse la cabeza, literalmente, para lograr nuevas ideas, acciones, motivaciones para nuestro público. Nunca deberá usar jamás el famoso dicho popular del “bueno, bonito y barato” porque no basta y porque eso no se lo cree nadie. Por lo tanto, las capacidades comunicativas y la empatía deben estar muy presentes en este perfil, sin olvidarse de que a veces, habrá que nadar contracorriente.
Probablemente dentro de unos años, cuando a los niños les pregunten en el cole, ¿y tu mamá a que se dedica? y e niño responda, es community manager, ya nadie pondrá cara de póker y hará uso de google para adivinarlo. Y espero que después de este post, a ninguno de vosotros os queden dudas.
Por último os dejo un enlace a un divertido post “las 13 curiosas coincidencias entre un CM y una madre"
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Te fuiste de repente, fue cuestión de pocas horas, aunque era algo esperado, nunca piensas que ese momento se va a materializar. En realidad, nunca se está preparado para decir adiós para siempre a alguien tan querido. El adiós fue breve, pero quedó grabado a fuego en mi mente, si cierro los ojos, aun lo recuerdo perfectamente. La negación es el mecanismo más fácil al que atenerse, no querer aceptar la realidad y pasar por las cosas de puntillas como si fueras un espectador, y no el protagonista de lo que acontece ante tus ojos. Y ahora me pregunto por qué no fui capaz de tomar consciencia a tiempo y haberte dicho todo lo que para mí eras y todo lo que representabas. El miedo que sentía era tan fuerte que me paralizaba, primero por dentro, un nudo dichoso en el estomago que te duele infinito, y luego por fuera, creando una fachada de hierro, porque ese miedo me congelaba, desconectado mi cuerpo de mi mente y de mis sentimientos. Tanto que decirte… rec
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